Qué bicicleta necesito?

 

Hablemos de lo más importante en esto de viajar en bicicleta: la bicicleta.

Hace algunos días que estoy con la cabeza metida en comprarme una bicicleta para la próxima aventura, no es sencillo, para nada. Paso el día, y algunas noches, mirando bicicletas en internet, investigando los modelos de otros viajeros, observando los detalles de cómo son, qué ruedas tienen, los frenos, el manillar y demás cosas. Después me relajo, porque sé que por más que mire y aprenda de bicicletas, cuadros y transmisiones, a la hora de comprarme una voy a optar por la más barata.

¿Suena fuerte no? Muchos pensarán en que cómo no voy a invertir en algo que me gusta, en algo a lo que me “dedico”, y si, la verdad es que no suelo invertir dinero en eso. Es simple, no tengo mucho y además nunca sé hasta donde voy a pedalear, en qué país voy a terminar, o empezar. En cada viaje me paso que tuve que dejar la bicicleta en donde había “terminado” mi viaje, porque efectivamente transportarla a un próximo destino me salía más caro que comprarme una nueva a donde sea que llegara.

Entonces, a veces tengo que desprenderme de las bicicletas que uso, por ende, prefiero que no hayan sido una inversión magistral que me vaya a doler el bolsillo por años.

Sin embargo, el dinero no es lo que más importancia tiene, en estos días de visitar bicicleterías, soportar teorías de los vendedores, hacer caso omiso a las burradas más grandes que uno puede escuchar, reflexione mucho. Los vendedores de bicicletas, bicicleteros, comerciantes o como quieran llamarse son los primeros boicoteadores de sueños de viajes en bicicleta. Lo comprobé, lamentablemente.

Resulta que para ellos no es posible viajar en bicicleta si no vas con lo “mejor”, habría que definir qué es lo mejor. Según ellos lo es la mayor tecnología, lo más moderno, lo más avanzado y por supuesto aquello que ellos pueden ofrecerte. Son insoportables. No saben que, si andas perdido por Perú, lejos de las ciudades, conseguir algo tan simple como cámaras de aire se torna una misión imposible. Imaginate si esas cámaras son rodado 29 de última generación que sólo calzan en tu sofisticada rueda. Olvidate, te volvés haciendo autostop, con la bici al hombro. Quizás serán tan fanfarrones que te dirán que debes cargar con tus propias cámaras de aire, que, por supuesto les compras a ellos, para que nunca te falten. Y te quedaría explicarles que cuando viajas en bici todo pesa, que podrás llevarte alguna de repuesto pero cuando pedaleas meses y meses, kilómetros y kilómetros seguramente necesitas más de una de repuesto y cargarlas es un suplicio, porque en la bicicleta todo pesa. Es la ley primera.

Me estoy descarrilando, volviendo al tema de intentar comprar una bicicleta sin tener que mentirles a los vendedores. Es triste que una persona que jamás lo intentó, te diga que para viajar en bicicleta necesitas lo mejor, porque sino es imposible. Tengo la suerte de hablar desde mi experiencia.

Cuando estaba en Brasil y se me cruzó la idea de viajar en bicicleta fui a comprarme una al supermercado más cercano. Así, sin más. Vi una linda y me la compré. Era hermosa. No sé si era buena, mala, moderna o una reliquia. Ni idea. Lo que sé y comprobé después de haber pedaleado en ella más de 7 mil kilómetros, fue que había sido una excelente compra. Por supuesto que algunas cosas se rompieron, por supuesto que pinché varias veces, pero en ningún momento tuve que suspender el viaje porque la bicicleta no funcionaba más, de hecho, lo suspendí porque me había enamorado en el camino y porque no tenia ni un peso más.

Me indigno un poco de solo pensar que alguien va a la bicicletería muy ilusionado con la aventura que va a emprender y se da cuenta que no puede realizarla porque no le alcanza el dinero para poder comprar todo lo que el vendedor le dice que “necesita” para viajar en bicicleta. Si vos estás intentando viajar en bici, no escuches. No escuches a los vendedores, a los bicicleteros y casi te diría que no escuches ni a tu familia y amigos. Sólo escuchate a vos mismo, escucha tus ganas y tu instinto. No necesitas una bicicleta último modelo, ni la más cara, ni la más vendida, lo que de verdad necesitas en convicción, ganas y voluntad. Elegí la bici que se acote a tu presupuesto, lo demás te lo dará el camino. 

Marula