La Gran Sabana, Venezuela.
Nerviosa, así estaba cuando llegamos a la oficina de inmigración brasilera para sellar nuestra salida de Brasil. La oficina es pequeña, había mucha gente, la mayoría eran venezolanos, los formularios a completar ya tienen impreso, donde dice país de procedencia o nacionalidad, Venezuela. El oficial de inmigración me habló bastante mal y yo no estaba haciendo nada malo así que lo ignoré, porque él insistía en que debía llenar ese formulario que decía que yo era de Venezuela y yo le remarcaba que simplemente quería salir de Brasil y que no necesitaba ningún formulario y que además era Argentina. Él no me escuchaba y yo a él tampoco, mientras tanto Marc rellenaba su formulario. Por suerte dentro de la oficina había una mujer, que era quién realmente hacía los trámites y con ella todo fue sencillo, sólo le mostré mi DNI y listo. ¡Chau, Brasil! Pedaleamos los metros que separan la oficina brasilera con la venezolana y nos presentamos en las ventanillas dónde están los oficiales de inm